El Dr. Xosé R.Bustelo es actualmente el investigador principal de un grupo de investigación del Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca y coordinador del Programa de Mecanismos de Progresión Tumoral del Centro de Investigación Biomédica en Red de Cáncer.  En esta entrevista describe su experiencia en el tercer Congreso Internacional de Aspic organizado en Lisboa, y sobre su punto de vista sobre el estado de la investigación oncológica en España.

“Lo importante es avanzar en investigación de calidad en las diversas facetas que afectan al desarrollo y progresión de los tumores”

1.  Recientemente ha participado en el tercer Congreso Internacional de ASPIC organizado en la Fundación Gulbenkian en Lisboa. ¿Cómo resumiría su participación en este evento?

Fue realmente un congreso muy interesante, donde participaron no solamente investigadores afincados en Portugal sino también científicos de instituciones extranjeras como Anton Berns, Dan Peepers, Carlos Costa o Carla Martins. Creo que se discutieron asuntos muy candentes en oncología tanto desde el punto de vista básico como traslacional.

Quizá el “take-home message” más relevante es que todavía estamos siendo un poco autistas en cuanto a la conexión entre lo que se sabe del cáncer a nivel básico y el diseño clásico de los ensayos clínicos. Mientras no se solvente este problema, seguiremos diseñando aproximaciones terapéuticas defectuosas. Estudios de medicina personalizada también han mostrado la dificultad intrínseca existente para entender fenómenos como la respuesta y resistencia a nuevos fármacos.

 2.  ¿Cómo valora la relación entre sociedades ibéricas? ¿En qué punto cree que se encuentra la colaboración entre investigadores portugueses y españoles y que espera para el futuro?

ASEICA y ASPIC tienen ya un convenio de colaboración que se estableció durante la presidencia de nuestro presidente anterior, el Dr. Pedro Lazo. Parte de esa colaboración es, de hecho, mi participación en dicho congreso. Yo creo que existe una voluntad por ambas partes para fortalecer dicha interconexión. Al final, tanto España como Portugal tienen problemáticas científicas y médicas muy similares por lo que todo lo que sea sumar será beneficioso para ambos países. Durante mi participación en dicho Congreso hemos acordado el fortalecer esa interacción a través de la realización de workshops temáticos en ambos países en un futuro próximo.

3.  ¿Qué similitudes/diferencias encuentra entre el tratamiento de la investigación oncológica en España y Portugal?

No creo que haya muchas diferencias en cuanto a los retos que se quieren abordar. Por tamaño y razones históricas, nuestro país ha capitalizado hasta ahora mucho mejor la captación de ensayos clínicos. Nosotros tenemos programas relativamente exitosos en España que, como es el caso de los institutos de investigación sanitaria o los CIBER, no se han implementado en Portugal. Otro problema que tienen, peor incluso que el que nos afecta a nosotros, es la falta de financiación estable para investigación. Por lo que me comentaron allí, su gobierno actual ni siquiera asegura que haya convocatorias con periodicidad anual. Esto es una espada de Damocles que interferirá muy mucho en la competitividad futura de los grupos de allí.

Sin embargo, un aspecto positivo a destacar en su caso es la implicación de entes no gubernamentales en el apoyo a centros de investigación como son, por ejemplo, el Champalimaud Center for the Unknown y el Instituto Gulbenkian de Ciencia. No existe ninguna iniciativa comparable en España a este tipo de programas.

 4.  En su opinión, ¿En qué dirección avanza la investigación oncológica en España?

Seguimos un poco la tendencia internacional, con un foco dirigido a obtener un conocimiento más completo de las alteraciones que influyen en el desarrollo y propiedades malignas de los tumores, realizar avances en medicina personalizada y en el traslado de ese conocimiento a la clínica tanto a través de nuevas herramientas diagnósticas como terapéuticas.

5.  ¿Qué líneas de investigación cree que deberán potenciarse en los próximos años?

La verdad es que creo muy poco en la investigación “dirigida”. Lo importante es avanzar en investigación de calidad en las diversas facetas que afectan al desarrollo y progresión de los tumores. En todo caso, existen retos que todavía tenemos que abordar como es el caso los fenómenos de resistencia, la metástasis, las “omicas” y el Big-Data derivada de las mismas y, obviamente, el desarrollo de nuevas terapias y herramientas diagnósticas. Independientemente de cómo se haga, sí creo que es importante el abordar en detalle todos estos problemas desde una perspectiva básica puesto que difícilmente podremos curar efectivamente algo que no conocemos plenamente.

6.  ¿Cree que existe conciencia por parte de la sociedad en general de la importancia de la investigación para hacer frente a la enfermedad?

Yo creo que sí, sobre todo en aquellos que directa o indirectamente han tenido una relación con esta enfermedad. Aunque estamos lejos de otros países como el Reino Unido, también existen sociedades de pacientes, como la Asociación Española contra el Cáncer, que están dando un impulso muy importante tanto a la investigación como a la ayuda a pacientes con cáncer. Lo que yo creo que sí falta es que, a nivel individual, ese interés no se consolida como una de las prioridades a nivel social.

Es cierto que la investigación, los científicos y los médicos están generalmente muy bien considerados a nivel social, pero al final eso no se traduce en una presión real con la que traducir ese interés a nivel político.

La anécdota de los últimos presupuestos es bien notoria: se habló mucho de en qué cambiaban los salarios de los funcionarios y de los pensionistas, pero ni se tocó colateralmente en cómo esos presupuestos revertían en inversión en investigación y desarrollo. Creo que tenemos que hacer un esfuerzo, desde ASEICA y en colaboración con entidades como AECC, para que ese interés social se traduzca realmente en una presión sobre los políticos en cuanto a inversiones en el sistema de I+D+i español.

7.   ¿Qué mensaje lanzaría a los jóvenes investigadores que quieren dedicarse al área oncológica?

Pese a todos los inconvenientes, yo les animaría a apostar por la investigación en oncología. Es un tema apasionante desde un punto de vista biológico y, obviamente, de un interés social incuestionable. Y, además, es un problema tan polihédrico que hace que científicos de múltiples áreas del conocimiento puedan trabajar en él: desde biólogos y médicos hasta bioinformáticos y estadísticos.