• En su opinión, ¿en qué situación se encuentran las investigaciones en cáncer en España?

En un momento esperanzador. Los años de la crisis han supuesto un grave retroceso de la ciencia española en general, y la investigación en cáncer no ha sido ajena a ese retroceso. Ha sido muy difícil incorporar investigadores jóvenes y muchas carreras científicas se han truncado. A pesar de estas dificultades, la productividad científica se ha mantenido, se ha realizado investigación de gran calidad con menos recursos. Afortunadamente, parece que la tendencia se está revirtiendo y que los recursos aumentarán en un futuro próximo.

  • ¿Cómo considera que se podrían mejorar los recursos destinados a la investigación en cáncer España?

Sería lógico que el porcentaje del PIB que España dedica a investigación se acercara al que dedican los países de Europa más avanzados. Aún seguimos en menos de la mitad. Por otro lado, deberíamos disponer de una ley de mecenazgo que favoreciera la contribución a la investigación por parte de la sociedad civil, similar a la que ya se da en otros países, particularmente anglosajones.

  • ¿Cuál ha sido la última investigación del CIBERONC en ser publicada?

Naturalmente, en tres meses los investigadores del CIBERONC no han tenido tiempo de desarrollar los proyectos planteados. Sin embargo, puesto que CIBERONC tuvo un precedente en otra estructura estable de investigación cooperativa, RTICC, ya hemos publicado varios artículos con la afiliación de CIBERONC, en concreto 24. Uno de ellos es una revisión sobre los modelos experimentales derivados de tumores de pacientes (conocidos como PDXs) publicada en Nature Reviews in Cancer.

  • Tras su nombramiento como director afirmó: «La constitución del CIBERONC representa una gran oportunidad para integrar la excelente investigación Preclínica que se realiza actualmente en España en la realidad clínica» ¿Cuánto se ha avanzado en esta integración? ¿Qué hace falta para qué la relación entre investigación preclínica y clínica sea más fluida?

Los avances son constantes, todos los programas del CIBERONC tienen una coordinación doble que incluye un investigador clínico y uno básico. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el proceso no es sencillo. La investigación básica y la clínica son diferentes en muchos aspectos organizativos. La carrera de un investigador clínico es distinta que la de uno básico y debe ser evaluada de manera diferente. De todos modos, el objetivo es común y en el contexto del CIBERONC, día a día estamos superando las dificultades que suponen esas diferencias para desarrollar la investigación como un continuo que va desde el descubrimiento inicial a la mejora del tratamiento de los pacientes con cáncer.

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