ASEICA se suma a la AECC en su alerta al Gobierno de que el cáncer no se ha detenido en tiempo de la COVID19

En esta carta se reclama un Plan de Cáncer que aborde mejoras en el sistema nacional de salud, protección social a personas afectadas con cáncer y planificación de la investigación oncológica. Sin investigación, el cáncer seguirá siendo un problema.

Con motivo de la Semana Europea Contra el Cáncer, que se celebra del 25 al 31 de mayo 2020, la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) ha lanzado una Carta abierta en la que se alerta a los responsables políticos, tanto centrales como autonómicos, del peligro que supone una enfermedad como el cáncer, que no ha dejado de matar durante la crisis de la COVID 19. A esta carta se une ASEICA.

La crisis sanitaria provocada por el COVID-19 está provocando una situación de emergencia en cáncer. El coronavirus está provocando un impacto económico-laboral, sanitario, psicológico y científico en una población ya de por sí vulnerable. Esta es la alerta que lanza la AECC y a la que se une ASEICA, a la vista de los primeros datos de demanda de ayudas sociales y del estudio “Malestar psicológico en pacientes de cáncer durante el confinamiento del COVID-19”.

En esta carta se reclama un Plan de Cáncer que aborde mejoras en el sistema nacional de salud, protección social a personas afectadas con cáncer y planificación de la investigación oncológica. Sin investigación, el cáncer seguirá siendo un problema.

 

A continuación, reproducimos la carta:

 

Carta abierta al Gobierno de España y a la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica.

Alerta: el cáncer no se ha parado en tiempos de Covid.

Sirva esta carta, en primer lugar, para manifestar nuestro reconocimiento y agradecimiento por el enorme esfuerzo que tanto el Gobierno nacional como los Gobiernos autonómicos están realizando para hacer frente a la grave situación sanitaria y social que la pandemia por Covid-19 está provocando. La sociedad española ha acompañado este esfuerzo con responsabilidad y solidaridad y ya estamos constatando resultados esperanzadores en el control de la pandemia, con una reducción muy significativa tanto de los contagios como, sobre todo, de los fallecimientos por esta causa.

Es hora, por tanto, de comenzar a analizar también el impacto de esta crisis en los desafíos que, no solo no han desaparecido, sino que se mantienen sin que su “curva” haya descendido. El cáncer no se ha parado en tiempos de Covid-19. Cada año, más de 279.000 personas son diagnosticadas de cáncer en nuestro país y más de 112.000 fallecen (una media de 300 personas cada día)1. Este es el segundo motivo de esta carta y la primera alerta que queremos señalar porque nos preocupa enormemente el impacto presente y futuro si no reactivamos las capacidades de nuestro país para hacer frente al cáncer.

Es necesario no bajar la guardia ante el reto que sigue suponiendo el cáncer en nuestro país. La crisis provocada por esta pandemia no ha hecho sino agravar la situación de fragilidad social y sanitaria de las personas con cáncer y sus familias como colectivo doblemente vulnerable, por el cáncer y por el Covid-19. Esta es la segunda alerta que les trasladamos. Las personas afectadas y sus familias están viviendo diversos y severos impactos de esta crisis:

 

  • Impacto sanitario: pruebas diagnósticas y tratamientos demorados, dificultades en el desarrollo de los cuidados paliativos, necesidad de medidas de protección. Incertidumbre y necesidad de información.

 

  • Impacto emocional (personal y familiar): problemas de salud mental por el confinamiento y la soledad impuesta, ansiedad por retrasos en tratamientos y/o pruebas diagnósticas, miedo al contagio y a volver a los hospitales, sufrimiento ante las dificultades para acompañar y ser acompañados en el proceso de final de la vida y por el agravamiento de las dificultades económicas y laborales. Hemos constatado que un 34% de los pacientes de cáncer han sufrido un nivel significativo de alteraciones emocionales durante el confinamiento2, porcentaje más elevado del habitual antes de esta situación, y que refuerza la necesidad de proveerles de atención psicológica especializada.

 

  • Impacto económico-laboral: según datos del Observatorio del Cáncer AECC, de las 100.000 personas en edad laboral que son diagnosticadas de cáncer cada año en España, algo más de 27.000 entraban en riesgo de exclusión3 antes de la crisis provocada por el Covid-19. Además, de la misma fuente sabemos que, del coste total del cáncer estimado en nuestro país en 19.300 millones de euros, son las familias las que asumen el 45% de dicho coste (cerca de 8.700 millones de euros).

 

Esta crisis está teniendo un grave impacto económico y social, con un aumento de población en paro o ERTE y/o en situación de pobreza, por lo que cabe esperar un incremento del número de personas con cáncer en riesgo de exclusión.

Por último, una tercera alerta. Debemos reaccionar con rapidez ante dos impactos añadidos de esta crisis: la necesaria reanudación de los cribados del cáncer, para que ninguna persona pierda la oportunidad de salvar su vida con la detección precoz de cánceres como el colorrectal o de la mama, muy frecuentes en la población española, y la necesaria reactivación de la investigación en cáncer. No podemos, como país, perder el talento investigador que tenemos, ni un solo proyecto de investigación sobre el cáncer, ni la dotación de los fondos necesarios para dar lograr el gran reto a 2030: aumentar la supervivencia al 70% y seguir mejorando la calidad de vida de las personas con cáncer.

Para poder tomar las medidas oportunas ante las alertas señaladas, es necesario un análisis en profundidad del impacto de esta pandemia en todas las vertientes del cáncer: prevención, atención a pacientes y sus familias e investigación. Con el fin de aportar conocimiento a este análisis, hemos comenzado midiendo el impacto psicológico de la situación Covid en las personas con cáncer y seguiremos contribuyendo a dicho análisis a través del Observatorio del Cáncer AECC, colaborando con todas aquellas iniciativas que ayuden a comprender el impacto sufrido.

A la luz de este análisis, será imprescindible trabajar en un Plan de Cáncer acorde a las lecciones aprendidas en esta crisis que aborde de forma integral, las mejoras a realizar en el Sistema Nacional de Salud, en la Protección Social a las personas afectadas por el cáncer y en la planificación y gestión eficaz de la Investigación en Cáncer, alineado, como no puede ser menos, con nuestro entorno europeo, donde recordemos, el cáncer es una prioridad, tanto para el Parlamento Europeo como para la Comisión Europea que están diseñando un Plan Europeo contra el Cáncer y han aprobado una Misión Cáncer como una de las cinco prioridades en el ámbito de la investigación.

Desde la Asociación Española Contra el Cáncer seguimos estando a su disposición para ayudar en todo lo necesario para responder al desafío de las enfermedades oncológicas antes, durante y después del Covid. Desde nuestro punto de vista entendemos que, probablemente, haya llegado el momento, una vez pasado el pico crítico en la urgencia debida a esta pandemia, de retomar los retos que el cáncer plantea en nuestra sociedad.