El doctor Javier de Castro conoce la labor de ASEICA de primera mano, ha estado asociado a la entidad y no duda en valorar su actividad positivamente porque: “la promoción de la investigación es muy necesaria y crear un foro por la unión de investigadores clínicos y básicos es clave”. Él es uno de los promotores del proyecto “Libro Solidario”, a través del que se han colocado puntos de venta automática de libros en varios hospitales. El 50% de lo recaudado va destinado a la investigación sobre el cáncer.
1. ¿Cómo surge “Libro Solidario”?
La iniciativa viene impulsada por la Fundación Sandra Ibarra y Cipri Quintas. Él, siempre involucrado en temas solidarios, quiere hacer todo lo posible por devolver a la Sanidad Pública todo el apoyo que se le ha dado a sus familiares enfermos de cáncer. Su padre y su hermana fueron tratados de esta enfermedad en el Hospital la Paz y el Ramón y Cajal, centros en los que las máquinas de venta han sido colocadas. Acordamos que la mitad de lo recaudado se destinara al servicio de Oncología que yo dirijo en el hospital La Paz, mientras que lo que se recaude en el Ramón y Cajal irá a parar a su Unidad de Patología Mamaria.
2. ¿Cómo están reaccionando los pacientes a este proyecto?
Todavía estamos en una fase de difusión entre distintas asociaciones, dando a conocer en qué consiste el proyecto, pero por ahora está teniendo una buena repercusión. Vemos que, además, de colaborar en la venta de libros, está sirviendo para “humanizar” y acercar la cultura a los contextos hospitalarios. Nos gustaría seguir fortaleciendo este aspecto. Pensamos, por ejemplo, organizar eventos con los autores, que se conviertan en verdaderos “embajadores” culturales.
3. ¿Planean ampliar la iniciativa?
La verdad es que es un proyecto que surgió de forma personal y que ha sido complicado de instaurar por la coordinación entre ámbitos públicos y privados que requiere. Pero sí, esperamos que pueda ampliarse. De hecho, Cipri ya ha recibido muchas propuestas de otros hospitales. El plan es cambiar periódicamente los libros, por ahora, los disponibles son: “Diario de Vida”, promovido por la Fundación Sandra Ibarra y escrito por Juan Ramón Lucas y “El libro del Networking” de Cipri Quintas, ambos tienen un fin solidario en sí mismos.
Queremos que las máquinas de conviertan en “puntos de apoyo a la solidaridad”, este proyecto podría derivar en otras plataformas de crowdfunding destinadas a la investigación oncológica. Acabamos de empezar, pero confiamos en seguir madurando estos planes.
Dr. Andres Cervantes, director general y científico de INCLIVA y coordinador de la línea de investigación de oncología del instituto
"El objetivo es alinear nuestra investigación con la investigación europea"
• En su opinión, ¿en qué dirección avanza la investigación oncológica en España?
Desde mi punto de vista, los Institutos de Investigacion Sanitaria se han convertido en una punta de lanza para la investigación oncológica ya que tienen la facilidad de concitar la parte clínica y la traslacional. La creación de estos centros en España ha supuesto un enorme avance para la investigación en cáncer porque son una fuente preferencial de financiación y por ello soportan mucho mejor la parte de los ensayos clínicos. En la actualidad, los Institutos de Investigación Sanitaria son una de las principales vías en nuestro país de captación de fondos enfocados a la investigación.
• Desde el punto de vista de la investigación oncológica, ¿qué medidas son las que más urgen?
Uno de los pilares de futuro de la investigación oncológica en nuestro país es la formación. Es muy importante invertir en ella con el objetivo de ampliar, mejorar y estimular las capacidades de los jóvenes investigadores españoles. La investigación oncológica puede enseñarse y tenemos que ser capaces de facilitar esta formación con todas las herramientas que están a nuestro alcance.
En este sentido, el desarrollo de una carrera investigadora es fundamental, tenemos que permitir que los profesionales más jóvenes puedan formarse para ser clínicos-científicos. En paralelo a esto, es fundamental que se fomente la
creación de becas y contratos de formación que se basen en esta premisa. En España ya se han desarrollado experiencias de éxito en este sentido como por ejemplo los contratos de formación Rio Hortega.
• ¿Cómo piensa que se puede mejorar la financiación de la investigación oncológica en nuestro país?
La clave está en la competitividad. Tenemos la obligación de fomentar una investigación oncológica de calidad propiciando el desarrollo de publicaciones de alto nivel. En este sentido, el factor impacto es determinante. Así, mejorar los aspectos cualitativos revertirá en más financiación para los proyectos más competitivos. Todo ello hará que nuestra investigación sea más competitiva.
El objetivo es alinear nuestra investigación con la investigación europea en tanto que la tendencia de futuro es que la mayor parte del presupuesto destinado a las investigaciones en cáncer provenga de Europa. De ahí la importancia de desarrollar proyectos cooperativos, investigaciones integradas por grupos de diferentes países que nos ayuden a realizar conclusiones globales y de calidad. Por ello, insisto en la idea de invertir en formación, ya que el expertise de los investigadores españoles que trabajan por un tiempo en otros países y luego vuelven a España, que se integran en grupos cooperativos, que actualizan sus conocimientos de forma permanente, hacen a la ciencia española mucho más fuerte.
• ¿Cómo cree que se puede avanzar en la integración de la investigación básica y la investigación clínica?
El Instituto de Salud Carlos III está haciendo un gran trabajo para integrar la investigación básica y la investigación clínica. Ha roto los esquemas de trabajo tradicionales y ha incorporado una visión más amplia de la investigación poniendo bajo a un mismo techo a personas con diferentes capacidades para investigar. Esta es la base de la medicina traslacional. Tenemos que ser capaces de fomentar todos aquellos mecanismos que ayuden a agrupar perfiles diferentes y amplíen la óptica de los resultados.
Otro ejemplo puntero en nuestro país es la estrategia de los CIBER. Su planteamiento de trabajo es excelente ya que facilita la conexión entre la clínica y la básica. Desde mi punto de vista, para que la investigación tenga repercusión tiene q ser integradora, con conexión de grupos y con conexión hacia Europa.
• ¿Qué avances vamos a ver en los próximos años en el tratamiento del cáncer gastrointestinal?
Todo apunta a que vamos a conocer mejor los diferentes subtipos moleculares y que va a evolucionar la clasificación tumoral tradicional bajo tipos histológicos. A día de hoy, la investigación está transformando estas clasificaciones con el objetivo de mejorar su aplicación clínica. Así, vamos a ver nuevos desarrollos terapéuticos ligados a perfiles de pacientes con tumores con elevada inestabilidad en secuencias repetitivas del ADN o microsatélites y elevada tasa de mutaciones.
También veremos avances en los tratamientos del cáncer colorrectal metastásico o avanzado gracias a proyectos como MoTriColor. Su planteamiento se basa en seleccionar pacientes en función sus perfiles de expresión génica y no histológica.
• En los tratamientos de inmunoterapia en su especialidad, ¿conocemos en breve el perfil del paciente que puede beneficiarse de esta terapia?
La inmunoterapia aplicada al cáncer colorrectal está mostrando efectividad en algunos casos. El desarrollo de este tipo de tratamiento es muy importante porque empieza a tener expectativas ciertos tumores que hasta ahora no tenían. En la actualidad estamos investigando la respuesta al tratamiento con inmunoterapia en diferentes perfiles ya que este tratamiento solo es eficaz para algunos subtipos y se está poniendo el foco en su detección. El objetivo sería conseguir el mismo éxito que están cosechando otras especialidades, como por ejemplo el tratamiento del cáncer renal donde la aplicación de la inmunoterapia ya supera a la terapia dirigida.
Otro de los campos en los que se está avanzando es en el desarrollo de fármacos capaces de ser efectivos en diferentes tipos de cáncer. En este sentido, la FDA en EE.UU. ha aprobado recientemente el uso de un fármaco que actúa sobre la PD1 para pacientes cuyos cánceres tienen una característica genética específica y que puede beneficiar a pacientes con diferentes tipos de cáncer. Esta es la primera vez que la agencia ha aprobado un tratamiento contra el cáncer basado en un biomarcador común en lugar de la ubicación del cuerpo donde se originó el tumor.

- En su opinión, ¿en qué situación se encuentran las investigaciones en cáncer en España?
En un momento esperanzador. Los años de la crisis han supuesto un grave retroceso de la ciencia española en general, y la investigación en cáncer no ha sido ajena a ese retroceso. Ha sido muy difícil incorporar investigadores jóvenes y muchas carreras científicas se han truncado. A pesar de estas dificultades, la productividad científica se ha mantenido, se ha realizado investigación de gran calidad con menos recursos. Afortunadamente, parece que la tendencia se está revirtiendo y que los recursos aumentarán en un futuro próximo.
- ¿Cómo considera que se podrían mejorar los recursos destinados a la investigación en cáncer España?
Sería lógico que el porcentaje del PIB que España dedica a investigación se acercara al que dedican los países de Europa más avanzados. Aún seguimos en menos de la mitad. Por otro lado, deberíamos disponer de una ley de mecenazgo que favoreciera la contribución a la investigación por parte de la sociedad civil, similar a la que ya se da en otros países, particularmente anglosajones.
- ¿Cuál ha sido la última investigación del CIBERONC en ser publicada?
Naturalmente, en tres meses los investigadores del CIBERONC no han tenido tiempo de desarrollar los proyectos planteados. Sin embargo, puesto que CIBERONC tuvo un precedente en otra estructura estable de investigación cooperativa, RTICC, ya hemos publicado varios artículos con la afiliación de CIBERONC, en concreto 24. Uno de ellos es una revisión sobre los modelos experimentales derivados de tumores de pacientes (conocidos como PDXs) publicada en Nature Reviews in Cancer.
- Tras su nombramiento como director afirmó: "La constitución del CIBERONC representa una gran oportunidad para integrar la excelente investigación Preclínica que se realiza actualmente en España en la realidad clínica" ¿Cuánto se ha avanzado en esta integración? ¿Qué hace falta para qué la relación entre investigación preclínica y clínica sea más fluida?
Los avances son constantes, todos los programas del CIBERONC tienen una coordinación doble que incluye un investigador clínico y uno básico. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el proceso no es sencillo. La investigación básica y la clínica son diferentes en muchos aspectos organizativos. La carrera de un investigador clínico es distinta que la de uno básico y debe ser evaluada de manera diferente. De todos modos, el objetivo es común y en el contexto del CIBERONC, día a día estamos superando las dificultades que suponen esas diferencias para desarrollar la investigación como un continuo que va desde el descubrimiento inicial a la mejora del tratamiento de los pacientes con cáncer.
- En su opinión, ¿en qué dirección avanza la investigación oncológica en España?
La investigación de nuevos fármacos contra el cáncer se ha incrementado progresivamente en los últimos años, en paralelo con los avances en el profundo conocimiento de la biología y de las características moleculares de los tumores. Estos avances han permitido identificar dianas moleculares que pueden ser atacadas eficazmente con fármacos. No solamente hay nuevos y mejores fármacos para tumores para los que ya existía tratamiento, sino que se están desarrollando medicamentos para otros tumores que carecían de terapias eficaces. Es de esperar que el flujo de comercialización de nuevos fármacos antitumorales continúe en el futuro. Este progreso es posible gracias al esfuerzo de muchos profesionales, incluyendo los investigadores básicos que promueven el avance en el conocimiento de la biología molecular del cáncer, la industria farmacéutica, imprescindible para sintetizar, descubrir nuevos fármacos y aportar los recursos económicos necesarios para promover su costoso desarrollo, las autoridades sanitarias que establecen un marco de investigación seguro para los pacientes, los centros sanitarios de excelencia, los investigadores clínicos y los grupos cooperativos de investigación clínica que realizan los ensayos clínicos que proporcionarán la prueba definitiva de la eficacia de los fármacos y los pacientes como eje central que participan en dichos ensayos.
- Desde el punto de vista de la investigación oncológica, ¿qué medidas son las que más urgen?
En nuestro país es fundamental continuar potenciando la investigación básica y translacional, que generan las bases biológicas para el desarrollo de nuevos tratamientos para el cáncer. En lo que se refiere a la investigación clínica promovida por la industria farmacéutica, es también fundamental consolidar una red de hospitales españoles dotados de una infraestructura eficiente para la implementación de ensayos clínicos, ya que este es un campo altamente competitivo a nivel internacional. Solo los servicios de Oncología Médica que ofrezcan un rendimiento competitivo en términos de rapidez de aprobación de ensayos, reclutamiento adecuado de pacientes, generación de datos en tiempo real y gran calidad de datos tendrán acceso en el futuro a los ensayos clínicos más atractivos. En general, la investigación clínica promovida por la industria y la investigación traslacional en Oncología gozan de buena salud en nuestro país, aunque tenemos una asignatura pendiente: la financiación de estudios puramente académicos. Estos estudios tradicionalmente han contestado a preguntas muy relevantes para los pacientes que no eran del interés para la industria farmacéutica, pero en el momento actual son inviables en nuestro país. La reciente legislación contempla una normativa para dichos estudios, esencialmente denominados de bajo nivel de intervención por incluir medicamentos ya comercializados y de perfil de seguridad ya conocido, pero esto puede ser papel mojado si no se afronta el problema de su financiación.
- ¿Cómo piensa que se puede mejorar la financiación de la investigación oncológica en nuestro país?
A nivel de la investigación promovida por la industria farmacéutica, en España existen hoy expertos reconocidos internacionalmente que lideran investigaciones internacionales y asesoran a las compañías privadas. España ocupa un lugar destacado en la realización de ensayos clínicos desarrollados en distintos países y en investigaciones traslacionales promocionadas o apoyadas por la industria. Sin embargo aún estamos lejos de los países anglosajones y otros países europeos en cuanto a la financiación de investigación independiente mediante fondos públicos o privados.
La investigación española precisa de un cambio legislativo que favorezca fiscalmente el mecenazgo privado si queremos que pueda competir con los países en que este mecenazgo es estimulado. Las donaciones a entidades no lucrativas en muchos casos cubren lagunas que la administración pública no puede cubrir, por lo que además de generar un valor indiscutible para el país puede suponer un notable ahorro de costes a la administración. Tenemos un ejemplo reciente muy elocuente en las cuantiosas donaciones para la compra de tecnología diagnóstica y terapéutica que la fundación Amancio Ortega ha realizado recientemente para los hospitales públicos de varias comunidades autónomas. El rol del mecenazgo privado lo han entendido muy bien muchos países occidentales, pero al parecer no ha calado aun en la mentalidad de nuestros gobernantes. Precisamente la falta de financiación nos obliga a tener aparcados varios proyectos académicos de investigación muy relevantes para los pacientes pero inviables en el modelo español actual, que no contempla cómo financiarlos. Ésta es una necesidad no cubierta en nuestra sociedad para la que actualmente no vemos otras salidas que el mecenazgo privado. La continuidad de la investigación clínica de excelencia depende de un cambio legislativo en la práctica del mecenazgo privado que nos acerque a los países de nuestro entorno y nos permita ser competitivos en este campo.
- ¿Cómo cree que se puede avanzar en la integración de la investigación básica y la investigación clínica?
La Oncología Médica ha realizado la gran mayoría de los estudios de investigación clínica y traslacional que han permitido la importante mejora de los resultados del tratamiento de los diversos cánceres durante las últimas tres décadas, y por tanto ha contribuido de manera muy relevante a la mejora del conocimiento y manejo del cáncer. Sin embargo, la gran mayoría de los avances clínicos relevantes que se han producido en la terapia del cáncer proceden de la investigación básica. Una de las mejoras pendientes en la investigación integral del cáncer es la adecuada interconexión de los centros de investigación básica con las unidades clínicas. Aunque se han producido avances en las relaciones entre básicos y clínicos, y la administración ha intentado favorecerla a través de las redes de cáncer, aun sigue existiendo una brecha entre el desarrollo de las líneas de investigación básicas y la clínica. Es imperiosa una reflexión de clínicos y básicos para buscar fórmulas de integración más eficientes, obviando absurdos protagonismos o egos que en el pasado han frenado dicha integración. Cada una de las partes tiene sus valores indiscutibles y el trabajo conjunto beneficiaría a ambas partes y, finalmente, a los pacientes oncológicos. Este es un problema que no existe sólo en la Oncología sino que podría extenderse a otras disciplinas de la medicina y que necesita una solución.
Tradicionalmente, la formación en Oncología Médica estaba concebida para el aprendizaje en un desarrollo profesional fundamentalmente clínico. Siendo esta formación imprescindible, en los últimos años se ha hecho hincapié en la formación adicional en investigación, tanto clínica como básica y traslacional, aspectos que ya son parte integral del quehacer diario del oncólogo médico. De hecho, la ampliación de la residencia en Oncología Médica a un quinto año tiene como fin fundamental la formación de los residentes en estos campos.
- ¿En qué tipos de cáncer vamos a encontrar los mayores avances en los próximos años?
Esta es una predicción difícil de realizar. Usualmente, los tumores más prevalentes tienen ventaja para el desarrollo de nuevos fármacos a causa de la facilidad para incluir rápidamente pacientes en ensayos clínicos. Hace tan sólo unos años parecía difícil anticipar los avances que se iban a producir en neoplasias de mal pronóstico, como el melanoma metastásico y el cáncer de pulmón, neoplasias en las que hemos asistido a avances espectaculares gracias a la irrupción de la inmunoterapia. Los límites de aplicación de terapias inmunes aún no han sido establecidos y es posible que, además de los tumores en los que ha demostrado gran eficacia, como en el melanoma o cáncer de pulmón, otros más se beneficien también, de forma aislada o en múltiples combinaciones con tratamientos tradicionales o nuevas terapias dirigidas.