Entrevistamos a José Tubío, director del grupo ‘Genomas y Enfermedad’ del Centro de Investigación en Medicina Molecular y Enfermedades Crónicas (Cimus) de la Universidad de Santiago de Compostela y miembro de ASEICA. El doctor Tubío nos explica las claves del proyecto ‘Pan- Cancer’, ya que ha liderado uno de los grupos que ha colaborado desde Galicia con este estudio ‘The evolutionary history of 2.658 cancers’, publicado en Nature el pasado 6 de febrero de 2020.

 

 

Como líder de uno de los grupos de investigación que ha colaborado con el proyecto ‘Pan-Cáncer’ ¿cuál ha sido su contribución al mismo?

 

El proyecto Pan-Cáncer es un proyecto internacional en el cual participamos más de 1.300 investigadores de todo el mundo, principalmente de unos 14 países y tuvo como objetivo el catalogar todas las mutaciones genéticas que caracterizan 3.000 genomas del cáncer, es decir, tumores pertenecientes a 3.000 pacientes.

 

Se desarrolló durante los últimos 7 años y supuso un desafío logístico brutal coordinar a tantos investigadores, por eso nos repartieron en unos 15 grupos de trabajo diferentes. Nosotros estuvimos integrados dentro de dos grupos: el grupo de variantes estructurales somáticas, principalmente ahí lideramos la parte de retrotransposición, y por otro lado también el grupo de trabajo de las variantes germinales.

 

En este proyecto internacional han participado más de 1.300 investigadores de 14 países  y su objetivo ha sido catalogar todas las mutaciones genéticas que caracterizan 3.000 genomas del cáncer

 

¿Qué implicaciones tiene este proyecto para el conocimiento del cáncer?

 

Se han publicado más de 21 artículos en las revistas Nature y Nature Genetics en el marco de este proyecto, lo cual indica la importancia de los descubrimientos que se han producido pero, si tuviera que resumirlos, yo destacaría dos cuestiones.

 

Por un lado, hemos sido capaces de identificar nuevos drivers implicados en cáncer, nuevos mecanismos de mutación. Sin ir más lejos nuestro grupo de investigación descubrió un nuevo mecanismo de mutación causado por retrotransposones, por esa parte de la materia oscura de nuestro genoma que hasta ahora no se conocía bien su función.

 

Por otro lado, destacaría ya a nivel genérico otras cuestiones que surgieron del proyecto Pan-cáncer que si bien no son muy impactantes, sí que suponen un avance porque alguien tenía que confirmar parte de los descubrimientos que se han venido obteniendo a lo largo de los últimos años, con un número de muestras mucho mayor.

 

Uno de estos avances es que, después de descubrir esos 3.000 genomas o tumores, hemos sido capaces de identificar al menos una mutación causal para más del 95 % de ellos, lo cual quiere decir que queda menos de un 5% de muestras para las cuales no hemos sido capaces de identificar ninguna causa genética de mutación. Como sabemos, el cáncer es básicamente una enfermedad genética, con lo cual estos resultados lo que nos están indicando es que estamos muy cerca ya de conocer todos esos mecanismos o vías que están implicados en el origen y la evolución del cáncer. La segunda cuestión importante es que se han desarrollado, en el marco de este proyecto, algoritmos matemáticos y métodos estadísticos para datar, de una manera absoluta, mutaciones genéticas.

 

«Hemos sido capaces de identificar al menos una mutación causal para más del 95 % de tumores estudiados»

 

¿Conocemos hoy mejor que ayer las mutaciones que originan el cáncer?

 

Como decía antes, el cáncer es una enfermedad genética que se caracteriza por la acumulación, normalmente progresiva a largo del tiempo, de mutaciones genéticas desde que somos un cigoto hasta que nos diagnostican de ese tumor.

 

Hasta ahora éramos capaces de ordenar de una forma relativa las mutaciones, es decir, podíamos decir pues esta mutación es anterior a esta, y esta a esta otra, pero, por primera vez, somos capaces de datar con precisión estas mutaciones genéticas. Eso nos lleva un conocimiento mucho mayor de cómo ocurre el cáncer porque hemos sido capaces de datar mutaciones causales del tumor 20 o incluso 30 años antes de que el tumor se haya diagnosticado en un paciente.

 

El proyecto Pan-cáncer supuso un mejor conocimiento de las firmas mutacionales en el ADN. Sabéis que los agentes, tanto exógenos como endógenos, que causan mutación deja unas marcas en el material genético. Es lo que conocemos como firmas mutacionales en el ADN, así por ejemplo el tabaco deja unas marcas concretas en el ADN, la radioación ultravioleta del sol también deja las marcas concretas. En definitiva, examinando el material genético, somos capaces de saber qué causas estuvieron involucradas en el origen y la evolución de ese tumor.

 

Si tuviera que resumir en unas pocas frases lo que supone ‘Pan-Cancer’, ¿cómo lo explicaría?

 

El proyecto pan-cáncer lo que supuso es un hito en la mitigación genómica del cáncer porque, por vez primera, hemos sido capaces de caracterizar genéticamente, con tanto nivel de detalle, un número de tumores tan alto y número de tipos tumorales tan grande. Tenemos la visión del cáncer más completa que se ha conseguido hasta la fecha.

 

Esto supone un colofón después de 10 años de investigación del cáncer desde que empezamos a utilizar las técnicas de ultrasecuenciación hasta la actualidad.

 

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José Tubío

CIMUS