Ruth Rodríguez Barrueco: “Cada día es más difícil poder ofrecer contratos a jóvenes que quieren empezar una carrera investigadora”

Entrevistamos a la socia de ASEICA Ruth Rodríguez Barrueco, investigadora Ramon y Cajal de la Universitat de Barcelona – Institut de Recerca Biomèdica de Bellvitge (IDIBELL) y receptora de la Ayuda ASEICA a Jóvenes Investigadores por importe de 15.000 euros

Cuéntenos brevemente su trayectoria profesional y una frase con la que todos podamos entender el área de investigación en la que trabaja actualmente.

 Mi actividad investigadora ha estado siempre centrada en el estudio del cáncer de mama. Realicé mi tesis doctoral en el laboratorio del Dr Pandiella en el Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca, donde contribuimos a la caracterización de  las neuregulinas, unos ligandos de los receptores ErbB con importantes implicaciones en diferentes tipos de tumores. Posteriormente me incorporé al grupo del Dr Silva en la Unviersidad de Columbia (NY) y más tarde en el Hospital Mount Sinai (NY) donde estuve implicada principalmente en dos tipos de proyectos: por un lado en el uso de las librerías de shRNA para descubrir genes esenciales en cáncer de mama y por otro lado en el estudio del papel de los microRNAs en el desarrollo y la patología de la mama. Tras 6 años de estancia posdoctoral me trasladé a la Universidad de Newcastle (Reino Unido) donde me concedieron un contrato Marie Curie para generar y testar una librería de CRISPRs dirigida contra los genes implicados en la glicosilación de proteínas. Finalmente, en el año 2018 me incorporé a la Universidad de Barcelona-IDIBELL gracias a un contrato Ramon y Cajal que me permitirá desarrollar los proyectos empezados en etapas anteriores.

Mi trabajo actual se basa en el uso de librerías de CRISPRs para identificar nuevas dianas terapéuticas más eficientes en el tratamiento del cáncer de mama así como en el estudio del papel de los microRNAs en esta enfermedad.

 

Mi trabajo actual se basa en el uso de librerías de CRISPRs para identificar nuevas dianas terapéuticas más eficientes en el tratamiento del cáncer de mama así como en el estudio del papel de los microRNAs en esta enfermedad

 

¿Cómo surge su vocación por la investigación? ¿Y por qué en cáncer? ¿Se ha inspirado en alguien para ser científico? 

 Siempre tuve un carácter curioso y recuerdo hacer muchas preguntas cuando era pequeña así que la carrera investigadora me permitió convertir en un trabajo aquello que siempre había hecho. Empecé en el estudio del cáncer por casualidad pero enseguida me enganchó porque es una enfermedad tan compleja que nunca puedes llegar a comprenderla y que abarca muchas disciplinas. Además, el hecho de que el cáncer se dé con tanta frecuencia en la población, aporta también un componente personal y la motivación de intentar mejorar la situación de los enfermos gracias a nuestro trabajo.

 

ASEICA  reivindica soluciones de urgencia para un sistema científico español que está en riesgo debido, entre otras causas, a un déficit de inversión pública en I+D+i. ¿Comparte esta visión? ¿Qué mejoraría de la carrera científica?

Por supuesto. El sistema científico español presenta graves problemas y muchas dificultades para los investigadores en todos los niveles de la carrera científica. A pesar de que hace poco tiempo que regresé, o quizás por eso, me doy cuenta de las limitaciones que sufrimos. Por un lado es muy difícil conseguir financiación suficiente para realizar proyectos altamente competitivos, las  técnicas punteras necesitan de una gran inversión económica y en España muy pocos investigadores pueden acceder a ellas, a menudo gracias a financiación conseguida a través de la Unión Europea o de fundaciones extranjeras. Por otro lado es cada día más difícil poder ofrecer contratos a jóvenes que quieren empezar una carrera investigadora y realizar su tesis doctoral o una estancia posdoctoral. Muchos de nosotros hemos pasado una larga temporada en el extranjero, algo que yo recomiendo sin ninguna duda, y la mayoría no pueden regresar para formar su grupo y aplicar el conocimiento que han adquirido. Los que tenemos la oportunidad de empezar a formar un grupo tampoco tenemos ayudas económicas suficientes sin contar con las múltiples trabas burocráticas y retrasos en la concesión de proyectos que nos encontramos cada día. Sorprendentemente, la ciencia que se realiza en España es de muy buena calidad pero corre grave peligro si no se toman medidas inmediatamente.

 ¿Valora suficientemente la sociedad la figura del investigador? ¿Cree que el paciente o sus familiares son conscientes de los esfuerzos que se hacen cada día investigadores y oncólogos?

Me parece que a la sociedad le falta información sobre lo que hacemos y cómo puede mejorar su calidad de vida. Posiblemente los investigadores no hemos contribuido suficientemente a difundir nuestro trabajo a la sociedad pero cada día se hacen más esfuerzos para corregirlo. Por otro lado, la crisis económica ha afectado a ámbitos que se perciben como más urgentes pero, en mi opinión, si no se  aumenta la inversión en I+D+I nuestra economía nunca podrá competir con la de otros países.

Los pacientes y sus familiares, en cambio, son un gran soporte para los investigadores. Gracias a los proyectos concedidos por asociaciones de enfermos se pueden financiar proyectos de gran calidad que no podrían llevarse a cabo de otro modo.

 

Los pacientes y sus familiares son un gran soporte para los investigadores

 

Dentro de 10 años, ¿dónde cree que estaremos en la carrera frente al cáncer?

Los nuevos tratamientos y el diagnóstico precoz ya han mejorado muchísimo la supervivencia de los enfermos de cáncer pero todavía queda mucho trabajo en el tratamiento de los casos más agresivos y de algunos tipos de tumores para los que todavía no existe cura. Soy optimista y creo que la revolución que suponen los nuevos tratamientos basados en el sistema inmune, nuevas combinaciones de fármacos y los estudios que tienen en cuenta otros factores del microambiente tumoral, entre otros, harán que el cáncer deje de ser una enfermedad mortal y mejorarán la calidad de vida de los pacientes produciendo menos efectos secundarios.

 

Ruth Rodríguez Barrueco

Investigadora Ramon y Cajal. Universitat de Barcelona – Institut de Recerca Biomèdica de Bellvitge (IDIBELL) y socia de ASEICA